Los KPIs gerenciales en la cadena de valor

enero 26, 2017 - Por Letyant Butrón
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Los Indicadores Gerenciales sirven para detectar y medir los factores críticos de éxito, y varían según el tipo de organización. ¿Sus indicadores se están traduciendo en precios más competitivos, mejor calidad y servicio?

También conocidos como KPI’s (Key Performance Indicators), los Indicadores Gerenciales nos permiten cuantificar los avances y logros del equipo de trabajo en una empresa. La mayoría de las empresas, por lo menos aquéllas que son exitosas, siguen los 4 pasos fundamentales del proceso administrativo:

Primero, la organización identifica un proyecto en el que va a centrar sus esfuerzos, ya sea una oportunidad de venta, la construcción de una nueva relación con un futuro cliente, o la posibilidad de una re-ingeniería interna en alguna fase de sus procesos o en alguno de sus departamentos. Esta es la fase de “Planeación”, en la que se define qué es lo que se quiere lograr.
En Segundo lugar, la empresa identificará a las partes involucradas, dentro de la organización y fuera de ella, es decir la “Colaboración” de un equipo que ayude a cumplir los objetivos planteados.
Tercero, una vez que se ha de nido lo anterior y se han tomado en consideración todas las variables existentes, se pone en marcha el plan y se esperan los mejores resultados. Pero no solamente se entregan tareas y se asume que todos los involucrados las van a cumplir sin chistar, también debe haber una “Dirección” cuyo objetivo es verificar que efectivamente se realicen las actividades planeadas y que todos trabajen de manera coordinada y efectiva.
Por último, es necesario contar con una forma de medir estos progresos, lo cual se hace patente en la fase de “Control”. Aquí es donde los indicadores gerenciales hacen su aparición, ayudando a la organización a definir y medir el progreso en torno a los objetivos que se han fijado.

La Cadena de Valor se define como el modo en que se desarrollan las acciones y actividades de una empresa. Es una analogía que hace referencia a los diferentes eslabones que intervienen, desde la materia prima, hasta la distribución del producto terminado, y cada uno de esos eslabones agrega un valor que se verá finalmente reflejado en el precio que el consumidor final pagará por adquirir ese producto o servicio.

De ahí la importancia de optimizar esas cadenas, con el n de obtener más agilidad en los procesos y reducción en los costos operativos, que acabarán traduciéndose en precios más competitivos.

Los Indicadores gerenciales sirven para detectar y medir los factores críticos de éxito, y varían según el tipo de organización; por ejemplo: un negocio podría tomar como un indicador de desempeño el porcentaje de productos que son devueltos por los clientes, mientras que una escuela tomaría como indicador la tasa de graduados o titulados entre sus estudiantes. Los indicadores pueden ser de dos tipos: de Procedimientos o de Resultados.

Independientemente de los indicadores seleccionados, éstos deben cumplir 3 requisitos para ser veraces:

Reflejar los objetivos de la organización
Ser piezas clave en el éxito de la 
misma
Ser cuantificables (medibles) 


Es necesario que se cumpla el segundo requisito, ya que si asignamos indicadores de gestión sin distinción a todos los procesos operativos y administrativos de la empresa, sin diferenciar entre los verdaderamente importantes para la calidad, la eficiencia y la rentabilidad del negocio, obtendremos enormes cantidades de datos para procesar que finalmente no reportarán beneficios importantes a la organización.

¿POR QUÉ MEDIR EL DESEMPEÑO EN LAS CADENAS DE VALOR?


Como mencionamos anteriormente, el principal objetivo de medir el desempeño de las Cadenas de Valor es detectar cuellos de botella, eslabones innecesarios, o cualquier otro defecto que podamos eliminar o cambiar para disminuir los costos de producción y así tener una ventaja estratégica sobre nuestros competidores al generar una propuesta de valor más atractiva. Sin embargo, existen otras ventajas que podemos obtener de realizar mediciones de desempeño de manera continua o permanente:
Alineamiento estratégico: la medición a través de indicadores gerenciales nos permite comunicar claramente y reforzar los objetivos perseguidos por la organización, así como alinear al equipo encargado de cumplirlos.
Aprendizaje: la medición promueve el aprendizaje al corroborar qué acciones funcionan y cuáles no, para replicar las buenas y evitar las nocivas. El aprendizaje también se da al descubrir tendencias y relaciones entre los diferentes indicadores.
Detectar áreas de oportunidad.
Recompensas: el análisis de los indicadores gerenciales permiten recompensar objetivamente las mejoras y no premiar o corregir las desviaciones e incumplimientos.
Para analizar la tendencia histórica y apreciar la productividad a través del tiempo. Estos son algunos ejemplos de Indicadores de Medición de clase mundial por área:

MEJORES PRÁCTICAS

Si tu empresa sigue un proceso administrativo de nido y organizado, y has podido determinar las claves del éxito de tu negocio para identificar tus indicadores de gestión, ¡Felicidades, buen trabajo, has dado un gran paso en la dirección correcta! Ahora te compartimos algunas mejores prácticas para la planeación estratégica que ayudarán a tu organización a mantenerse en el este enfoque.

Diseñar y revisar continuamente la cadena de suministro: no es bueno dejarse llevar por los acontecimientos e ir agregando eslabones a la cadena conforme se vaya necesitando y contemplando sólo el momento actual. Es muy importante diseñar desde un principio la cadena de suministro que reportará mayor utilidad a nuestra operación, contemplando el futuro crecimiento de la empresa y escenarios alternativos, (what if scenarios?…) y una vez que el plan está operando, hay que revisarlo de manera constante para hacer a tiempo las modificaciones necesarias, adelantarnos de ser posible a los acontecimientos y ver que todo fluya de manera correcta.
Score card de proveedores: estas calificaciones a nuestros proveedores nos servirán para identificar quién cumple mejor tomando en cuenta diferentes parámetros, como tiempo, calidad, variedad, precio, etc.
Establecer contratos de transportación: en los que exista el compromiso de entregar en tiempo y forma, con alto niveles de calidad; de no ser así, contemplar alguna penalización.
Desarrollar conjuntamente planes de negocio: se necesita la coordinación proveedores-clientes para llevar un negocio exitoso. El cliente no puede exigir al proveedor altas cantidades de mercancías continuamente si el proceso productivo no permite obtenerlas de esa manera; debe haber comunicación en todos los canales y trabajar conjuntamente.

El mercado mundial exige productos y servicios de calidad, no es posible quedarnos atrás en la satisfacción de las necesidades de clientes cada vez más exigentes e interesados por rastrear la huella de todo lo que consume. Tenemos a nuestro alcance el conocimiento y las herramientas para cumplir con esas expectativas, si es así ¿por qué no usarlas?.

 

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